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Pasear entre las casitas blancas de la Almadrava

A 12 km al sur de L’Hospitalet de l'Infant, pasado el coll de Balaguer, se encuentra el núcleo de L'Almadrava. Las casitas blancas y su disposición recuerdan a un pueblo de pescadores del litoral levantino. Este hecho no es sorprendente, puesto que algunos de los primeros pobladores procedían de esta parte de la península.

Comparte el nombre con su playa, tranquila, de aguas transparentes y de arena fina, que tiene una extensión de 1.600 metros y está junto al paseo Marítimo. Se trata de un topónimo que está estrechamente ligado al atún, porque es en la migración de este pez que nace el estrecho vínculo con el municipio y, en concreto, con el núcleo de L'Almadrava. Antiguamente, durante su trayecto hacia aguas cálidas, el atún se capturaba mediante una técnica llamada almadraba, que consistía en rodear a los peces con redes para poderlos pescar con arpones. Para que este sistema fuera efectivo, eran necesarias playas en forma de bahía y de no mucha profundidad, una característica de las costas de L’Hospitalet de l'Infant i la Vall de Llors.

Durante cientos de años, esta peculiaridad atrajo a pescadores de todo el arco mediterráneo. La presencia de estos pescadores, en gran medida procedentes de Altea y Benidorm (Marina Baixa) y de L'Ametlla de Mar (Baix Ebre), dejó una gran tradición gastronómica y una huella identitaria muy importante.